El jitomate mexicano, uno de los productos agrícolas más emblemáticos del país, se encuentra en el centro de un conflicto comercial con Estados Unidos. La reciente decisión del Departamento de Comercio estadounidense de imponer un arancel del 20.91% a las exportaciones de jitomate mexicano ha encendido las alarmas en ambos lados de la frontera.

¿Por qué el jitomate está en la mira?

La medida surge tras acusaciones de dumping, donde se señala que el jitomate mexicano se vende por debajo de su precio real para ganar ventaja en el mercado. Sin embargo, los productores mexicanos argumentan que esta decisión no solo carece de fundamento, sino que también pone en riesgo una relación comercial clave.

El impacto en México y Estados Unidos

México exporta cerca del 56% de su producción de jitomate, y Estados Unidos consume alrededor del 70% de estas exportaciones. Estados como Sinaloa y Baja California Sur lideran la producción, y los agricultores temen que los aranceles afecten gravemente su economía. Por otro lado, los consumidores estadounidenses podrían enfrentar un aumento en los precios del jitomate, ya que no existe un sustituto viable en su mercado local.

La postura del gobierno mexicano

La presidenta Claudia Sheinbaum ha señalado que el jitomate mexicano seguirá siendo competitivo debido a su calidad y frescura, incluso con los aranceles. Además, criticó la falta de comunicación directa entre el Departamento de Comercio y el gobierno mexicano, y confía en que durante los 90 días antes de la entrada en vigor de la medida, se pueda llegar a un acuerdo para evitar su aplicación.

¿Qué sigue para el jitomate mexicano?

Este conflicto no solo pone en juego el comercio agrícola, sino también la diplomacia entre ambos países. Mientras los productores buscan alternativas para mantener sus exportaciones, el gobierno mexicano trabaja para negociar una solución que beneficie a ambas partes.

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