México tiene muchas tradiciones gastronómicas, pero hay un código secreto que rige el consumo de garnachas. No está en ningún libro, nadie te lo enseña oficialmente, pero si rompes alguna regla, te expones a miradas de juicio en cualquier puesto de tacos.

1. La tortilla es sagrada

Si una quesadilla no lleva queso, es válido. Pero si un taco de guisado se rompe y pides tenedor… aquí termina la conversación.

2. La salsa no se pregunta, se respeta

Si te dicen “está picosa”, es un aviso, no una opción. Si dudaste y te enchilaste, la única respuesta es fingir que todo está bien mientras sudas con dignidad.

3. Servilleta mínima, técnica máxima

Una sola servilleta debe ser suficiente para sobrevivir cualquier situación. Si necesitas más, tu técnica para agarrar el taco es cuestionable.

4. El taco no se come en plato

Si el taquero te da plato, es por cortesía. Pero un verdadero comensal de garnacha sabe que la tortilla es plato, cuchara y refugio.

5. La comida de la calle nunca se rechaza por protocolos

Si el puesto se ve “improvisado”, con una mesa coja y una lona amarrada a un poste, las probabilidades de que la comida sea legendaria aumentan exponencialmente.

La garnacha no solo es comida, es un estilo de vida. Y si no conocías estas reglas, ahora ya formas parte de la tradición.

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