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El gobierno de Donald Trump está evaluando la posibilidad de reinstaurar el programa “Quédate en México”, formalmente conocido como Protocolos de Protección al Migrante (MPP). Este programa, implementado durante su primera administración, obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras se resolvían sus casos en Estados Unidos.
La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, ha declarado que la administración actual busca revertir las políticas migratorias establecidas por el presidente Joe Biden, incluyendo la suspensión del programa CBP One, una aplicación móvil diseñada para agilizar el procesamiento de solicitudes de asilo.
La posible reinstauración del MPP ha generado preocupación en México, ya que implicaría un aumento en el número de migrantes esperando en ciudades fronterizas mexicanas, lo que podría sobrecargar los recursos locales y afectar la seguridad en estas áreas.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos han criticado el programa “Quédate en México” por exponer a los migrantes a condiciones peligrosas y limitar su acceso a representación legal adecuada. Sin embargo, los defensores de esta política argumentan que es una medida necesaria para gestionar de manera más efectiva el flujo migratorio y garantizar la seguridad en la frontera.
La administración de Trump aún no ha anunciado una fecha específica para la posible reinstauración del programa, pero las discusiones al respecto indican un cambio significativo en la política migratoria de Estados Unidos, con implicaciones directas para México y los migrantes que buscan asilo en territorio estadounidense.