La presidenta Claudia Sheinbaum ha cuestionado las recientes proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que predicen una contracción del PIB mexicano del 0.3% en 2025. Este desacuerdo pone en evidencia las diferencias entre los modelos económicos internacionales y las estrategias del gobierno mexicano, lideradas por el llamado Plan México.
El pronóstico del FMI
El FMI ha señalado que factores como los aranceles impuestos por Estados Unidos y las condiciones financieras más estrictas podrían llevar a México a una recesión. Estas proyecciones han generado preocupación sobre la estabilidad económica del país y su capacidad para enfrentar los desafíos globales.
La respuesta de Sheinbaum
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum desestimó las proyecciones del FMI, argumentando que no coinciden con los modelos económicos de la Secretaría de Hacienda. La presidenta defendió el Plan México, que busca fortalecer la economía mediante inversiones públicas y privadas, así como proyectos de infraestructura y manufactura.
El Plan México
Presentado en enero, el Plan México incluye un portafolio de inversiones privadas por casi 300 mil millones de dólares y medidas para impulsar sectores clave como la industria automotriz y la construcción. Sheinbaum ha destacado que estas acciones están diseñadas para contrarrestar los efectos negativos de las políticas comerciales de Estados Unidos.
Un debate económico clave
La discrepancia entre las proyecciones del FMI y las estrategias del gobierno mexicano refleja un choque de visiones sobre cómo abordar los desafíos económicos actuales. Mientras el FMI se basa en tendencias globales, Sheinbaum apuesta por políticas internas que buscan dinamizar la economía y reducir la dependencia de factores externos.
El desacuerdo entre Sheinbaum y el FMI no solo es un debate técnico, sino también una oportunidad para reflexionar sobre el rumbo económico de México. En un contexto global incierto, las decisiones que se tomen ahora serán cruciales para definir el futuro del país.
